Muere exgeneral Santiago Sinclair, condenado por crímenes de lesa humanidad ocurridos en dictadura
A solo un día de cumplir 98 años, se confirmó el fallecimiento de Santiago Sinclair Oyaneder, exgeneral del Ejército de Chile, exintegrante de la Junta Militar de Gobierno y exsenador designado,
Según consignó El Mercurio, Sinclair tuvo una larga y destacada trayectoria en las Fuerzas Armadas, donde ingresó con apenas 14 años a la Escuela Militar del Libertador Bernardo O’Higgins, institución de la que egresó como oficial en 1948.
A lo largo de su carrera ocupó cargos estratégicos y de alta responsabilidad, como director de Operaciones, director de Personal, jefe del Estado Mayor Presidencial y vicecomandante en jefe del Ejército, rol que asumió en 1985.
Pero, fue durante la dictadura militar de Augusto Pinochet que su figura cobró especial relevancia. Y es que en ese periodo fue ministro secretario general de Gobierno por dos años y, en 1975, desempeñó funciones diplomáticas como agregado militar en Corea.
Una década más tarde, el 30 de noviembre de 1988, fue incorporado como miembro titular de la Junta de Gobierno en representación del Ejército, cargo que ejerció hasta enero de 1990, meses antes del retorno a la democracia.
Tras esto, retomó su vida de civil y fue designado senador institucional por el Consejo de Seguridad Nacional (1990–1998). En el Congreso participó en las comisiones de Defensa Nacional y Agricultura.
Su carrera también incluyó reconocimientos diplomáticos, como la Gran Cruz de la Orden de la Cruz del Sur de Brasil, otorgada en 1980.
El macabro historial de Santiago Sinclair
Sin embargo, su legado quedó profundamente marcado por condenas judiciales vinculadas a violaciones a los derechos humanos. En 2020, la Corte de Apelaciones de Santiago lo sentenció a cinco años y un día de presidio como autor de 12 homicidios calificados perpetrados en octubre de 1973 en Valdivia, en el contexto de la Caravana de la Muerte.
Posteriormente, la Corte Suprema aumentó la pena a 18 años de prisión. En 2021, además, fue declarado culpable por la Masacre de Chihuío, donde 17 campesinos fueron asesinados en la comuna de Futrono.
Debido a su avanzada edad, en 2023 la Justicia determinó que su condición de “enajenación mental” lo eximía de cumplir las condenas en un recinto penitenciario.
