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Según el Feng Shui: los colores que NO deberíamos usar en nuestro look de Año Nuevo

Los colores que NO deberíamos usar para Año Nuevo según el Feng Shui
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Según el Feng Shui, para recibir el Año Nuevo 2026 con energía positiva y potenciar deseos como la abundancia y el amor, se recomienda vestir colores específicos. El dorado representa la riqueza y el éxito financiero, el amarillo simboliza la consolidación de proyectos, y el naranja atrae la creatividad y las oportunidades. Para atraer el amor y la buena suerte, se sugiere el rojo, mientras que el verde representa la salud y el azul la calma. Por otro lado, se aconseja evitar el negro por absorber energía, el gris oscuro por la indecisión, y el blanco por necesitar complementos para dirigir las intenciones.
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¿Qué colores deberíamos ocupar para el Año Nuevo? La elección del atuendo se transforma en un gesto cargado de intención, especialmente cuando entran en juego creencias como el Feng Shui.

Esta filosofía de origen chino plantea que los colores actúan como canales de energía, capaces de influir en distintos ámbitos de la vida.

Por eso, recibir el Año Nuevo 2026 con determinados tonos en la ropa, los accesorios o incluso en la mesa de celebración puede ayudar a potenciar deseos relacionados con la abundancia, el amor o el bienestar personal.

Desde esta mirada, quienes buscan mejorar su situación económica durante el próximo año suelen apostar por colores vinculados a la prosperidad.

¿Qué colores SÍ y cuáles NO deberíamos vestir en Año Nuevo según el Feng Shui?

El dorado aparece como el gran protagonista, ya que representa la riqueza, el lujo y la concentración de recursos, de acuerdo a La Nación.

Según el Feng Shui, este tono conecta con el elemento Metal y favorece la estabilidad financiera y el éxito profesional.

El amarillo, en tanto, se asocia al elemento Tierra y simboliza la base y la maduración de proyectos. Vestir este color apunta a consolidar esfuerzos y atraer ingresos fruto de la perseverancia y el trabajo constante.

Otro color que gana terreno para la noche de Año Nuevo es el naranja. Esta tonalidad combina la fuerza del rojo con la luminosidad del amarillo, lo que se traduce en una energía expansiva y optimista.

El Feng Shui lo vincula con la creatividad, la innovación y la apertura de oportunidades.

El enfoque cromático también ofrece alternativas para quienes priorizan el amor, la salud o la estabilidad emocional. El rojo simboliza el fuego, la pasión y la vitalidad, y suele asociarse con la atracción del amor intenso y la buena suerte inmediata.

El rosa, como derivado más suave, promueve la ternura, la armonía y las relaciones estables. En paralelo, el verde representa la salud, el crecimiento y la renovación, mientras que el azul invita a la calma, la sabiduría y el equilibrio emocional.

Sin embargo, el Feng Shui también aconseja cautela con ciertos colores durante esta noche simbólica.

El negro, pese a su elegancia, puede transmitir cierre o absorción de energía, por lo que conviene equilibrarlo con accesorios brillantes.

El gris oscuro se vincula con la indecisión y la falta de impulso, mientras que el blanco, aunque simboliza pureza, necesita complementos de color para dar dirección a las intenciones.